Dicen que por allá en los lugares casi deshabitados, donde solo viven ciertas comunidades de no más de 50 habitantes, donde no llega el ruido ni la contaminación de la ciudad, existe una anomalía que se da muy rara vez, y que es demasiado misteriosa. Se trata del Gnotum Ianuam, como lo han denominado los moradores.
Existen narraciones de los ancianos del sector, señores con más de 90 años, nos cuentan que sus antepasados, padres y abuelos, habían visto este fenómeno en persona, nos dicen que, según ellos, cuando andaban en altas horas de la noche caminando por el lugar, cosa que hacían frecurntemente puesto que no existía riesgo alguno al ser un lugar tan alejado de la ciudad, en medio de ese bosque empezaba a brotar una lucecita, que llamaría la atención de cualquiera, ya que contrastaba mucho con la oscuridad de la noche, nos dicen que las personas que se acercaban sentían un fuerte frío en el ambiente, más que el que ya se sentía a esas horas, el viento soplaba fuerte, y todo se ponía más oscuro, y se pone más raro aún al saber que todo eso sucedía en un radio de alrededor de 10 metros de la dicha luz, luego de esto, la lucesita, empieza a crecer, aproximadamente a 4 pies de altura, y nos cuentan que, personas de hace ya más de 100 años que lo habían visto, podían observar a través de él, muy perturbadoramente, el momento de sus muertes.
Lógicamente, al ser un lugar alejado de la ciudad y vivir poca gente, la mayoría de las visiones, eran de muertes muy poco trágicas, mayoritariamente, se veían en un futuro, ya ancianos, postrados en una cama, a punto de cerrar los ojos para partir de este mundo.
Aún así no deja de ser algo demasiado inquiatante, si ya solo el hecho de ver este portal creado de la nada, es algo increíble, ahora imaginate, verte tú en el momento de tu muerte.
Los ancianos que han fallecido, antes de su partida, afirmaron que lo que vieron era cierto, puesto que en esos momentos en el que veían su lecho de muerte, también se observaban junto con ellos, a personas que no conocían en ese entonces, que posteriormente en el día de sus muertes, se dieron cuenta de que esas personas "desconocidas" en realidad eran sus propios hijos y nietos en el futuro, acompañandolos en el último día de sus vidas.
Hay quienes creen que todo esto es falso, pero los habitantes de este lugar afirman rotundamente que es real, la ultima vez que se vio esta anomalia fue hace ya mas de 80 años, pero aún así no deja de ser algo en lo que ponerte pensar.
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